domingo, 4 de noviembre de 2007

El aroma del miedo


Es bastante inusual que yo, como guitarrista, me coloque tras el batería. Para las actuaciones, la guitarra está siempre delante. En las jams y los ensayos, quizás enfrente, pero nunca detrás. En cualquier caso, ayer lo hice por primera vez. En una jam session espontánea a la que llegué con retraso. En el circulo de músicos había muchos conocidos y uno nuevo, que se dedicaba a lanzar loops desde su teclado midi. Yo sabía ya en ese momento que se trataba de un músico profesional que, además excelente compositor de música electrónica, es un soberbio batería. Como todos los presentes, me esforcé al máximo en demostrar que yo también puedo tocar como un profesional. Todos estábamos, un poco al menos, bajo presión.

Pero sin duda el bateria era el que más se jugaba en ese amigable encuentro. Se le veía hiperconcentrado y, en algunas ocasiones, estresado por los ritmos que surgían del pequeño midi-board.

Cuando reúnes a mucha gente en una habitación pequeña, que ha de estar herméticamente cerrada para evitar las quejas de los vecinos, se crea un ambiente muy peculiar, con sus propios sonidos, problemas y también con sus propios olores. El sudor, la cerveza o el vodka, el humo,... Ayer había algo más. Un olor extrañamente conocido, cercano, casi familiar. Al principio me costó distinguirlo entre la marabunta de esencias pendientes en el aire. En cuanto se aisló, me golpeó el rostro como una bofetada invisible. Por beve lapso de tiempo, el ya conocido olor permaneció inidentificado. Lentamente, junto al caótico acompañamiento musical, aparecieron en mi mente las imágenes, personas y situaciones a las que yo asociaba ese aroma. Gente muy cercana a mí en situaciones muy concretas y diferenciadas. El hilo común de esas escenas me descubrió el nombre de ese olor: el aroma del miedo. De un miedo muy concreto. No era el olor salado del terror, ni el ácido del pánico o el agrio de la preocupación, sino del olor del miedo a ser superado. Un olor a ropa vieja, a cerrado, a ilusiones muertas, que se pudren. Miedo a no estar a la altura, a no ser lo suficientemente bueno.Miedo a que alguien sea mejor que tú.

Ayer ese olor estaba en el ambiente, en las personas, en los instrumentos, pero sobre todo en él, en el batería. Su enemigo jugaba en su propia casa su casa, equipado con un arma rítmica de destrucción masiva. A él sólo le quedaba correr. Correr tras los ritmos electrónicos. Tropezar en los acentos. Y sudar... Y oler. Oler a miedo. Al miedo más bajo que existe.

Dicen que los perros pueden oler el miedo... Yo también.

Sólo se tiene miedo cuando no se está de acuerdo con uno mismo.
Hermann Hesse

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola me llamo Ramón Gonzalez, desde Madrid, como no tengo cuenta de google/blooger y por no hacerla prefiero firmar así, además considero que aunque podría hacer este comentario de forma anónima eso es de cobardes, lo mismo que esos cobardes y asesinos de la ETA que matan sin dar la cara, pues no señor yo doy la cara, porque así me educó mi padre y porque no tengo nada que ocultar, bueno el terrorismo en general nunca da la cara, yo en cambio doy la cara, aunque me la partan a veces, y se tiene que sacar la bandera se saca porque coño yo no me avergüenzo de ser español, porque doy la cara y por España más, y cuando hay que condenar yo condeno porque doy la cara y no soy como esos liberticidas que sólo lamentan, por ello en ocasiones yo condeno más que nadie. Muchas veces me desplazo con mí señora cuando hay un juicio hasta las puertas de la audiencia nacional para condenar los atentados de los terroristas que serán juzgados y hasta les llamó asesinos así como suena, porque yo creo firmemente en España. Porque sacrificios como el del Miguel Angel Blanco, Ortega Lara, y otros vascos españoles como Isabel Donosti, Agustín Iberdrola o Fernando Savater, no deben caer en el olvido. He leído, lo que has escrito se dice que los perros pueden oler el miedo, más bien cambios en hormonas secretadas en esos estados, pero el perro que has puesto en la foto no podría oler ni un pedo aunque se lo tirases en la cara.
Atentamente Ramón Gonzalez, desde Madrid, ESPAÑA.

Rosa Diez dijo...

En España se abre ahora una nueva puerta donde no existen ya los miedos, esa puerta se llama unión, progreso y democracia.
No es la primera vez en nuestra historia que es necesario apelar a la voz de la tercera España; en un pasado no tan lejano personalidades como Ortega, Madariaga, Sánchez Albornoz, Machado, Galdós, Unamuno, Besteiro o Marañón alertaron sobre las consecuencias de una división entre españoles que podría tener –como de hecho tuvo—graves consecuencias. Y a una tercera España que sufría las consecuencias de un enfrentamiento esteril, artificial y peligroso; una tercera España que no se sentía representada por los protagonistas políticos de aquellos tiempos.
Por eso queridísimo amigo/a te animo a que des un paso adelante, y te afilies, a una nueva esperanza.

Rosa Díez, Portavoz de Unión Progreso y Democracia (UPyD)

Anónimo dijo...

In Spanisch? Nirgendwo?? Original, wie ich es.

Ich höre dich keuchend
Reiten unermüdlich
Ihre Hüften wackelnd
In einer chaotischen toben
Und ich schreien, wenn
Wenn Sie nutzen im Vergnügen
Auf diese Weise gelangen Sie zum Himmel
Und im Herbst auf meinem verzichtet
Nichts ist, wie es scheint, sondern, wie es ist, ohne Fahrrad, und Gummi Dildo in den Schubladen.


Gute Blog außer für die Texte, die eine Scheiße.