Los últimos helados del año se comen con jerseys de cuello alto mientras los arboles componen una sinfonía de ocres y amarillos. La poesía se esconde el el fondo de un cornete de helado.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Joder en mi puta vida me ha dado más asco imaginar a alguien lamiendo un helado. Sabes describir muy bien las miserias humanas.
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Joder en mi puta vida me ha dado más asco imaginar a alguien lamiendo un helado. Sabes describir muy bien las miserias humanas.
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